MUJERES MULTI ROL

Pues como todos están pendientes de lo que se publica hoy por la celebración del día internacional de la mujer, aprovecho para compartirles mi entrevista a la congresista Angela María Robledo, quién ha trabajado incansablemente por defender los derechos de las mujeres en Colombia, y quien me copartió algunos temas muy particulares que las mujeres debemos atender. 

Quedó clarísimo a demás que hay que rebelarse con toda, pacíficamente, pero REBELARSE y creo que revelarnos también para darnos cuenta de todo lo que merecemos, pero no por ser mujeres, sino por ser seres humanos, que deben gozar de igualdad, respeto y libertad.


Ángela María Robledo ha tenido a cargo tarea legislativa, relaciones con organizaciones base, relación con los movimientos de mujeres, con jóvenes, con organizaciones que trabajan con niños,  tiene una relación de manera especial con las víctimas de la violencia , promueve leyes, hace control político, asiste a programas de opinión, va a las universidades y es abuela, lo cual la convierten en un claro ejemplo de poder femenino en acción. Ama y admira profundamente  a las feministas extremistas, como Florence Thomas,

Nancy Fraser y a Simone  de Beauvoir.

Nos sentamos a charlar y estas cositas le pregunté:






¿De todos los roles que actualmente tiene la mujer y que  hacen notorio su papel dentro de la sociedad, cuál es ese rol clave para seguir en pie de la revolución sin fatigarse?

“Siempre lo he dicho, y es que la primera revolución cultural debe arrancar e iniciar en casa, hay que transformar, enriquecer los roles de cuidado, que en Colombia significa en materia económica el aporte de cerca de 130 billones de pesos, después de que se aplicara la encuesta de uso del tiempo, se visualiza que es fundamentalmente la tarea femenina. Pero eso tiene que cambiarse, precisamente para que cuando estemos en el espacio público, y haciendo otras tareas, como el liderazgo, ó los recorridos por todo el país,  no sea algo que tengas que elegir entre la tarea de la casa, la tarea doméstica, o la tarea pública, esa revolución es fundamental para el cuidado al interior de las familias, y eso ayudaría, ya que tenemos la capacidad de movernos simultáneamente en tantos lugares frente a tantas tareas y eso potencia enormemente la fuerza femenina”.

¿Cuál es el reto actual de la mujer en una sociedad que aunque acepta su participación en diferentes ámbitos, muchas veces pone en duda sus capacidades?

Es complejo, pero hay que romper ese primer techo de cristal que es transformar esa profunda división que fue herencia de la revolución industrial que en lo público y  en el mundo del trabajo reconocidos como tal estaban los hombres, y las mujeres estábamos en lo privado o por extensión en tareas mucho más del sector terciario, esa primera  transformación es política, no solo doméstica, y es una clave fundamental, donde la mujer con la potencialidad que tiene de múltiples roles y  funciones, pueda compartir la responsabilidad del cuidado y el cuidado de la vida sobretodo, que es quizá lo más importante hoy en día en estas sociedades contemporáneas”.


¿Cómo se pueden revolucionar las mujeres actualmente sin volverse feministas extremistas?

(Risas) “Yo amo a las feministas extremistas,  yo amo a una Simone  de Beauvoir, que abrió camino, admiro y quiero profunda y entrañablemente a una Florence Thomas, yo admiro profundamente a una mujer como Nancy Fraser, que también es una feminista intelectual pos socialista, ellas hacen planteamientos que pueden parecer muy radicales, pero los cuales fueron vanguardistas en su época y ayudaron, entonces hacer la revolución femenina exige de alguna manera desobediencia, las mujeres debemos desobedecer un poco más, que rompiéramos, sin violencia, los roles en los cuales nos ha instaurado la cultura patriarcal, pero  la tarea hay que hacerla en clave de relación, buscando la profunda transformación de las masculinidades, y el reconocimiento de lo que aportan en la sociedad los niños y niñas, jóvenes y adultos mayores. Quizá Hay que tomarse de la mano con mucha fuerza, con una capacidad trasgresora, imaginativa y pacífica; pero sí hay muchas cosas que transformar y  especialmente en un país que ha vivido en la guerra y que ha hecho de la violencia no sólo violencia política, sino doméstica, laboral, la violencia por la inequidad profunda en la que viven las mujeres. La tarea es compleja, difícil, pero hay muchas mujeres en Colombia que creen que se puede, y  es quizá el espacio de la micro política, de la interacción y el encuentro con el otro o la otra,  donde se pueden hacer profundas transformaciones culturales”.

¿A qué cree que se deben esos fenómenos de abusos contra las mujeres, justo ahora que la mayoría tiene conciencia de la lucha por su espacio, su condición y sus capacidades?

 “Lo primero que hay que decir aquí es que a quien se violenta, a quien se somete, a quien se maltrata, la culpa no es de él, o de ella, es un conjunto de relaciones, una cultura que ha hecho  de la violencia una forma de someter, de que el otro obedezca, de dominio del otro, de convertirle casi que en una cosa, para evitar una interacción igualitaria que es la base de la libertad”.

¿Quiénes deben interceder y  aportar en la lucha de la defensa de los derechos de las mujeres, dentro de una sociedad que aún se percibe machista y donde hay algunas inmersas en sus afectos hacía quiénes finalmente se convierten en sus victimarios?

“Hay un trabajo integral y una profunda transformación cultural, la ley no es suficiente.  Y esa transformación cultural está cerca, la podemos hacer, está en los ámbitos más cercanos, la escuela y los medios de comunicación juegan un rol importantísimo y hay un trabajo pendiente de las mujeres en el mundo de las emociones,  a veces le entregamos demasiado poder al otro y permitimos que en aras de que nos quieran o nos amen, vamos cediendo espacio,  y no es con el ánimo de culpar a las mujeres, es sólo una tarea que tenemos que hacer, para ir de construyendo  estos roles, donde es el  hombre el que orienta, el que puede, el que sabe, cuando a la hora de la verdad mucha de esa fuerza está en nosotras.
Las mujeres hemos perdido mucho, pero los hombres también han perdido, quizá si reconocemos y reconfiguramos esas interacciones en este ámbito que yo llamo de micro políticas, podríamos transformar la violencia en Colombia que además está exacerbada con lo que significa haber vivido casi 60 años en esta guerra de guerras”.

¿Qué características especiales debe tener una mujer que participa en política?

“Las mujeres queremos llegar a espacios como el congreso, así esté tan desprestigiado, hay que estar en estos espacios, en las asambleas, en los concejos,  presidir las juntas de acción comunal, estar en los concejos de paz departamentales y territoriales que van a ser instancias fundamentales para todo esto del  pos acuerdo, y creo que una característica es tener la capacidad del trabajo colectivo, otra es tener una enorme capacidad de escucha, deberíamos tener una oreja gigantesca, lo digo como en términos metafóricos, porque en eso tenemos que romper con la política tradicional, la tercera es ser innovadora, hacer campañas con pocos recursos pero imaginativas, y otro punto clave es estudiar, hay que leer, la literatura, el arte, la música, al menos en mi caso me han ayudado una cantidad, porque produce una  cierta sensibilidad, para acercarse al otro, para tener la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, o de la otra, y finalmente una característica de capacidad de riesgo para compartir temores.

Tantos roles en los que está inmersa la mujer actualmente muchas veces no la dejan tener espacio para ella, ¿Tiene usted alguna técnica para pasar un rato a solas?  ¿Qué hace?

“Nosotras las mujeres, de mi época diría, teníamos un espacio maravilloso de construcción de intimidad que era nuestro diario, eso para mí, la metáfora del diario, es la metáfora de la construcción de nuestro mundo, de eso que llamó Virginia Wolf: “una habitación propia”, ese lugar para nosotras en su momento, yo lo tengo, y tengo una práctica de escritura, cuando puedo hago un ejercicio pequeño de meditación, me encanta la música, me encanta leer, entonces busco un día  entre semana, y logro tener un espacio para mí, que es un diálogo con muchas Ángelas que circulan por ahí”.

¿Cuál es el mensaje que le está llevando a las mujeres, y en este caso por la conmemoración del día de la mujer?

"Quizá el mensaje es mi admiración por la fuerza, la resistencia y la capacidad de las mujeres colombianas, y el segundo mensaje es a desobedecer creativamente, arriesgarse a trasgredir el régimen en el que nos quisieron poner, y desobedecer eso es atreverse a soñar, atreverse a imaginar un mundo distinto al cotidiano que nos toca vivir y hacer desde esa desobediencia un ejercicio de la política, las mujeres en Colombia podemos re politizar la vida desde lo cotidiano y eso es profundamente potente”. 

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